MARCA
Stéphane Peterhansel posee uno de los récords más increíbles en la historia del deporte del motor con sus 13 victorias en el Dakar, la carrera más dura del mundo. El francés intentará aumentar la cuenta en la próxima edición del raid sudamericano enrolado en el equipo Mini X-Raid junto a Carlos Sainz y Cyril Despres.
Pese a que, de nuevo, la victoria será su gran objetivo, Monsieur Dakar sigue alucinando con su gesta: «He experimentado el sabor del triunfo 13 veces, pero aún me pregunto a mí mismo con frecuencia como ha sido esto posible. En cualquier momento puedes caer en cualquier trampa y ahí se acaba todo. Incluso aunque piloto y copiloto tengan un gran talento, lograr el triunfo es complicadísimo», asegura en una entrevista publicada en la web de Mini.
«Es una locura de carrera», continúa. «Sabemos el trazado, conocemos el coche… pero nunca sabes lo qué puede suceder. Es por eso por lo que siempre el primer objetivo tiene que ser terminar. Solo entonces puedes pensar en ganarlo».
El galo compartirá de nuevo estructura con Carlos Sainz y Cyril Despres, como ya sucediese en los últimos cuatro años con Peugeot. Una ventaja a la hora de afrontar un nuevo proyecto con una nueva marca y un coche diferente: «Tenemos un gran espíritu de equipo. Nunca he vivido una atmósfera tan buena como compartiendo equipo con Cyril y Carlos. Competir contra el reloj en lugar de contra otro rival lo hace más fácil», asegura Peterhansel.
El francés, que tomará parte en su Dakar número 31, vuelve a pilotar un Mini, marca con la que ganó las ediciones de 2012 y 2013, entonces con un 4×4. Peterhansel destaca como virtudes del Mini John Cooper Works Buggy «su dureza, las prestaciones y el gran chasis que tiene. También es muy divertido de conducir». Un arma con opciones de triunfo: «Por supuesto, nuestro objetivo será pelear por ganar», concluye.