Una nueva era ha comenzado en Goodison Park. El histórico club de fútbol inglés, Everton, ha sido adquirido por el Grupo Friedkin, propiedad de Dan Friedkin, quien también es dueño de la AS Roma. Esta adquisición, valorada en aproximadamente 400 millones de libras, marca un punto de inflexión para los Toffees y los coloca en manos de una nueva generación de propietarios.
El Grupo Friedkin, con su vasta experiencia en inversiones deportivas, ha expresado su compromiso de llevar al Everton a nuevas alturas. Dan Friedkin, en una carta dirigida a los aficionados, aseguró que es un «inmenso orgullo» ser parte de esta institución y prometió honrar su legado.
Se espera que la nueva propiedad inyecte una dosis de estabilidad financiera y deportiva al club, que en los últimos años ha luchado por mantenerse en la Premier League.
La salida de Farhad Moshiri, propietario anterior del Everton, pone fin a una etapa marcada por altibajos. Moshiri adquirió el club en 2016 con la ambición de convertirlo en un equipo de élite, pero los resultados deportivos no acompañaron sus expectativas.
La sanción de ocho puntos impuesta la temporada pasada por problemas financieros fue la puntilla final para su gestión.
La llegada del Grupo Friedkin suscita gran expectativa entre los aficionados del Everton. Se espera que la nueva propiedad invierta en la plantilla, en las instalaciones y en la academia, con el objetivo de construir un equipo más competitivo y sostenible a largo plazo. Además, se espera que el club se involucre más con la comunidad local y fortalezca su identidad.
La Premier League ha dado el visto bueno a esta operación, lo que demuestra que el Grupo Friedkin cumple con los requisitos para ser propietario de un club de fútbol en Inglaterra.
Esta adquisición se suma a la creciente tendencia de propietarios estadounidenses en la Premier League, lo que ha generado un debate sobre el impacto de esta inversión extranjera en el fútbol inglés.
El Everton se une así a un selecto grupo de clubes ingleses propiedad de inversores estadounidenses, como el Manchester United y el Liverpool. Esta nueva realidad plantea interrogantes sobre el futuro del fútbol inglés y sobre el papel que jugarán los clubes propiedad de inversores extranjeros en la competición.
La adquisición del Everton por parte del Grupo Friedkin marca un nuevo capítulo en la historia del club. Los aficionados esperan con ilusión que esta nueva era traiga consigo éxitos deportivos y una mayor estabilidad financiera. Sin embargo, solo el tiempo dirá si esta operación será un acierto para el Everton y para el fútbol inglés en general.
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